Nunca me habría imaginado lanzar varios talleres virtuales de introducción al cuento infantil y diseño de personajes o estar haciendo sesiones de dibujo en vivo de manera virtual a través de redes sociales. Mucho menos me habría imaginado asistir a una conferencia virtual como “Summer Spectacular de SCBWI” o empezar a dar clases de Yoga frente a una cámara.
A finales de Marzo se nos notificó que habría cuarentena obligatoria en todo territorio Colombiano, país en el que me encontraba de vacaciones. De cierta forma estar obligada a quedarme en casa para evitar los contagios me provocó un gran alivio, me sentí a salvo.
Pero conforme los días pasaban y la incertidumbre crecía empecé a preguntarme cuál sería mi futuro como profesional de la ilustración, ¿hasta cuándo estaríamos encerrados?. Me comuniqué con la editorial mexicana con la que trabajo regularmente y me comentó la editora que por el momento se frenaban algunos proyectos debido a la situación (incluyendo en los que yo iba a colaborar). ¿Qué hacer entonces? Sólo había una respuesta: renovarse, adaptarse, innovar, evolucionar como artista y educador en las artes, pensar “fuera de la caja”, aprovechar el “momentum”.
Lejos de quedarme petrificada, mi mente empezó a arrojar miles de ideas y opciones, todas tenían que ver con el hecho de que la gente estaba en sus casas sin poder salir pero con acceso a internet y ganas de hacer/aprender cosas nuevas.
Decidí armar talleres cortos virtuales. Empecé primero por decidir qué temas impartir ¿cuáles domino y cuáles me apasionan? Enseguida escogí los ganadores: Introducción a la ilustración de cuentos infantiles, diseño de personajes y dibujo cartoon (y clases de Yoga). Esbocé el plan de estudios y puse manos a la obra: armar el contenido y ponerlo en presentaciones, hacer videos de demostración y “workbooks” para las clases.
Todos fueron un éxito e inclusive me asocié con mi amiga la ilustradora colombiana Leen para impartir un taller virtual en conjunto: De la ilustración científica (desarrollado por ella) a la ilustración infantil (desarrollado por mí).
También empecé a hacer semanalmente sesiones de dibujo en vivo por Instagram de no más de 20 minutos con amigos ilustradores para platicar, actualizarnos y compartir nuestro trabajo.
Ha sido una experiencia gratificante, saber que todos podemos reinventarnos y que podemos sobrevivir a eventos fuera de nuestro alcance. El arte obliga a evolucionar y asistirse de las tecnologías. Gracias a la pandemia he conectado con muchos amigos, artistas y se me han abierto las puertas después de asistir a la conferencia virtual “Summer Spectacular”.
Podemos reaccionar positiva y creativamente a las situaciones y eventos fortuitos que nos lanza la vida. Invito a los ilustradores a no desilusionarse si los proyectos en los que iban a participar se frenaron de manera indefinida. Las plataformas sociales y nuestra imaginación nos pueden ayudar a tener éxito aún en las situaciones más adversas, sólo hay que poner manos a la obra.
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